El segundo de los factores, el más importante a la hora de embarcarme en el proyecto, es un poco más complejo y emotivo. En el presente trabajo en ningún momento he tratado de mostrar ni mis aptitudes ni mis fortalezas con el instrumento. Alma no responde a una exhibición y esto me produce tranquilidad. Alma es una muestra personal de lo que siento al tocar esa música, pensada como un regalo hacia los que se merecen que me haya introducido en tal empresa: mi familia. No escuchen Alma con los oídos de un saxofonista, ni siquiera con intenciones historiográficas. Les aconsejo que escuchen la grabación con el corazón, tratando de comprender que el fin de la misma es llevar a mis seres queridos, mi familia, aquello que siento al tocar esta música. Alma es amor y gratitud por el esfuerzo, el tiempo y la dedicación que mi familia ha dedicado en mí y que ha posibilitado que llegue donde estoy.